Manifiesto

Canarias necesita una Ley de Residencia.

 

En el año 1999 Canarias ya soportaba una densidad de población de al menos 276 habitantes por kilómetro cuadrado como resultado de la suma de los residentes -234h/km2 -y de los turistas que nos visitan.

 

Por lo tanto Canarias padece una densidad de población, una saturación del espacio dos veces mayor que la Unión Europea y tres veces mayor que Estado Español.

 

En Canarias además contamos con el agravante de que el Territorio, 7.242 Km2 está fraccionado en 13 Islas e Islotes lo que hace que el Territorio de una Isla como Gran Canaria soporte una densidad, una saturación de casi 500 habitantes por kilometro cuadrado.

 

El aumento de la población se debe básicamente en los últimos 30 años a la inmigración. En concreto el 75% del crecimiento poblacional en la década de los 90 se debe a este factor (Instituto Canario de Estadística - Gobierno Canario).

 

Sólo en esa década de los 90 llegaron a Canarias unos 175.000 inmigrantes, en torno a un 11% de la población existente al inicio de esa década.

 

El 90% de esos inmigrantes llegaron del Estado Español o de otros países de la Unión Europea y por ahora no existe ningún mecanismo de control de dichos flujos inmigratorios.

 

Este flujo incontrolado de inmigrantes esta suponiendo graves desequilibrios socioeconómicos y medioambientales:

 

1.       Saturación de servicios públicos como la educación, sanidad, transporte, etc., con la aparición de situaciones donde la población canaria queda en minoría y marginada frente a los inmigrantes.

2.       Deficiente redistribución de la riqueza que lleva a que unas 400.000 personas –el 24%- vivan en el umbral de la pobreza (según datos de Cáritas y del ISTAC). Situación originada probablemente por la existencia de 90.000 canarios en paro a pesar de que en la década de los 90 se crearon más de 200.000 puestos de trabajo, suficientes para acabar con todo el paro natural del Archipiélago de no ocuparse la mayoría de esos puestos por los inmigrantes europeos.

3.       Eliminación de las tierras de cultivo por la doble presión que suponen las necesidades urbanísticas para asentar a ese volumen de inmigrantes, y las necesidades de abastecimiento de agua en una tierra con una climatología como la canaria.

 

Entendemos  que la Unión Europea es un proyecto racional y equilibrado que busca la igualdad en las condiciones de vida de todos sus ciudadanos, por lo que se hace necesario la creación de un mecanismo de control de toda la inmigración, es decir, que controle también a los que llegan a Canarias desde otros territorios de la Unión Europea.

 

            Control de residencia que supone la aplicación de las excepciones contempladas en el artículo 39 del Tratado de la Unión Europea sobre libertad de movimiento, trabajo y residencia por cuestiones medioambientales y de estabilidad social.

 

            Control de residencia que supone que los canarios podamos disfrutar de semejantes condiciones de vida que los ciudadanos del Estado Español en los derechos contemplados en los artículos; 35; 40 punto 1º; 45 puntos 1º y 2º; 130 puntos 1º y 2º; y 138, de la Constitución Española.

 

            Por todo lo anterior exigimos la aplicación de una Ley de Residencia Canaria que permita el control y regulación de todos los flujos migratorios que llegan a Canarias.

 

            Así mismo queremos expresar nuestra voluntad para que en la regulación de las entradas a Canarias se de prioridad a aquellos canarios que hoy residen en otros países y que se ven en situaciones de necesidad socioeconómica.