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Salvar
el Puerto de La Luz y Las Palmas Para
AMAGA, Alternativa Maga Nacionalista, es necesaria la dimisión inmediata de
Luis Hernández como presidente de la Autoridad Portuaria, ya que como político,
designado para defender el interés general del pueblo canario en un servicio público
tan estratégico para la Nación como el Puerto, ha demostrado su incapacidad
manifiesta para dirigirlo y para prever la evolución de los mercados, como
demuestra que en el mismo mes que se contratan 287 trabajadores cae en picado la
demanda de mano de obra, que ya era bien cubierta por los
trabajadores que había en plantilla. Cualquier
economista sabe que la fórmula vendida por Luis Hernández de bajada de
salarios para aumentar la plantilla, que
fue aceptada por los sindicatos, no es mecánica, y que depende de que exista
una demanda potencial real. La
falta de demanda, por muy bajos que sean los salarios, siempre lleva al
desequilibrio de las plantillas y a un déficit de explotación estructural. Ya
lo denunciamos hace años, cuando se ofrecieron los servicios a precio de saldo
para atraer a la flota pelágica comunitaria y al consorcio belga de
contenedores; y se vendieron las supuestas posibilidades de una Zona Especial
Canaria; todo era una maniobra de Luis Hernández
y sus socios para ganarse el apoyo de los trabajadores y poder especular
con los terrenos que estaban protegidos en la Isleta, y lo que es más grave
para los propios trabajadores, para demostrar la ineficacia de Sestiba, proponer
su desmantelamiento y la privatización de la carga y descarga en el Puerto. La
realidad nos da la razón: La
flota comunitaria, después de aprovechar durante tres años una mano de obra
casi regalada respecto a otras flotas con el mismo rendimiento, se va por la
escasez de pescados tras tres años de esquilmación y por la saturación de los
mercados de pescado pelágico, manteniendo su contrato en condiciones ventajosas
para un volumen pequeño de pescado que vaya reponiendo los actuales stock en
Europa. Los
contenedores belgas no cumplen con
la promesa del volumen de movimiento, con el agravante que pasean materiales
peligrosos por nuestro puerto, llevándose a puertos europeos el movimiento
interesante. La
zona ZEC cada día es menos canaria, menos especial, y ya hasta menos real. Luis
Hernández quería poder urbanizar la Isleta y para conseguirlo se lanzó a
una política irresponsable de captación de clientes, a defender grandes
proyectos como el del frigorífico de “Spanish Pelágic”, que han llevado a
que un servicio público como el Puerto de La Luz y de Las Palmas pase de tener
unos 2.000 millones de beneficios anuales a tener un déficit continuado, ahora
incluso en las tareas de estiba. En
Canarias se quedan unos sueldos miserables para uno de los colectivos de
trabajadores mejor pagados en el último
siglo. Una plantilla inflada por las promesas de movimiento portuarios,
que ahora será utilizada para imponer una reconversión de la estiba en
nuestro Puerto. Y lo que más le interesaba a la Autoridad Portuaria, un millón de metros cuadrados para especular en La Isleta. Los
resultados son contundentes y a un responsable político sólo le queda dimitir
o ser cesado, incluso por aquellos que lo pusieron para llevarnos al desastre.
Luis Hernández es el primero que sobra en el Puerto de La Luz y de Las Palmas,
ahora hay que arreglar la situación caótica que existe y los trabajadores de
Sestiba juegan un papel fundamental para que no desaparezca la propia empresa;
tienen la obligación de elaborar un plan de viabilidad de la misma y forzar a
que se ejecute por su bien y el de Canarias. |